
Un empresario dijo lo siguiente a un grupo de jóvenes: “Ustedes no son pobres, son empobrecidos. Sus ideas, sus creencias, sus paradigmas…eso les empobrece cada vez más.” Señores, es cierto. Cuando una persona se queja por la falta de dinero, pero vive derrochando tiempo, no es pobre sino empobrecido. La miseria no es un asunto de recursos, sino de mentalidad. Por ejemplo, a muchas personas les...