domingo, 12 de abril de 2015


Casi todo el mundo siente la tentación de saber lo malo que tienen los demás.


Es por eso, que aquel que va con chismes y críticas de otros, tiene tanta acogida para los oídos fáciles.


¿Te aporta algo el saber lo malo que les está ocurriendo a los demás? Absolutamente nada.


Aquí es donde se escucha la típica frase de aquel que se siente mejor sabiendo que hay gente que está en una situación peor que la suya.


Bueno, son palabras de personalidades pobres, y de mentes sin capacidad de desarrollo personal. Personas que dependen de todos para sentirse mejor.


Un adicto al entorno que le rodea.


Hay gente que hace de las mentiras, sus propias verdades.


Y es increíble que hasta llegan a creérselas.


Lo malo de aquellos que se inventan las cosas para salir de cualquier situación o para recrear alguna, es que los hace dependientes de ellas.

Es decir, el que miente, tiene que seguir con una cadena de mentiras para que la primera se sostenga en pie, y te aseguro que ese trabajo es emocionalmente cansino y agotador.


La única acción que debes hacer ante alguien que te miente, es ignorarlo y seguir por tu camino sin caer de nuevo en la tentación de escucharlo.

El que miente es porque no tiene más recursos (o no quiere molestarse en buscarlos) para conseguir algo sin tener que inventárselo.

El que quiere el camino fácil, y si no lo encuentra se lo inventa y hace caer a los demás en sus fantasías.

¿Crees que benefician en algo? Absolutamente en nada.

Entiende que hay determinadas personas que de una forma inconsciente se intrometen en tu camino hacia la felicidad, el éxito y el desarrollo pesonal.

¿Combatir con ellas? Para nada, simplemente eliminarlas, ignorarlas y avanzar.
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